Las jornadas de plantación se
caracterizan por ser días de campo de gran entusiasmo por parte de los
participantes, adultos y niños. Y muchas veces pensamos que cuantos más árboles plantemos mejor,
así más ayudaremos a la naturaleza.
Sin embargo, plantar un árbol correctamente
no consiste únicamente en hacer un agujero en el suelo y meter la planta. Es
importante entender por qué lo hacemos, y tener en cuenta una serie de
consideraciones para asegurarnos de que lo vamos a hacer bien.
Por ello, antes de empezara picar, siempre explicamos por qué se
ha elegido la especie a plantar, su dependencia del clima, el terreno y las
consideraciones de su espacio futuro, así como los cuidados que podremos darle.
Una vez nos ponemos manos a la
obra, explicamos todos los pasos para hacerlo muy bien, para permitir que la planta sobreviva
sin problema cuando se acabe la jornada de plantación. El hoyo habrá de ser grande,
asegurando que haya tierra removida por debajo y alrededor del plantón. Si
echamos abono orgánico, lo mezclaremos con la tierra en el fondo del hoyo.
Indicamos lo importante que es manipular la planta con cuidado, dejándola
a la sobra mientras esté en el recipiente con la que la hemos transportado. Colocamos la planta bien recta en el hoyo para rellenar el hueco con la tierra sacada, rompiendo terrones y
quitando piedras. Imprescindible compactar la tierra con el pie y realizar un alcorque alrededor que permita la
retención de agua de lluvia o riego. Recomendamos cubrir el alcorque con hierba u otros elementos orgánicos del entorno, protegiéndolo de la desecación y humificando el suelo.
Finalmente regamos abundantemente.
Durante el primer año, el árbol
será más frágil que nunca, así que es conveniente que cuidemos mucho de él. Los
riego de verano le ayudarán enormemente.